jueves, 16 de diciembre de 2010

This is the closest ever to freedom...

No me lo puedo creer. Todo me resulta confuso. De nuevo, las cosas me parecen mucho más difíciles de lo que inicialmente imaginaba. No puedo con ello. Me hundo poquito a poco por dentro.
¿Pero por qué?

El viernes Güliz, el martes Virginia y Esther y, hoy, Nerea y Diego. Cinco pequeños duros golpes en menos de una semana. Y aquí estoy yo, intentándome mantener firme sobre mis pies.

¿Alguien puede parar el jodido tiempo de una vez? O, mejor aún, ¿alguien puede hacerme ver que esto es lo más normal del mundo y que tengo que asimilar de una vez cómo van las cosas en la vida?

Parece mentira que, después de haber vivido 21 años y haber tenido ya varias experiencias, siga siendo una maldita cría y no madure para depende qué cosas. Ese espíritu idealista que me acompaña desde que abrí los ojos por primera vez y empecé a conocer el mundo, a pesar de ser algo que llena de luz mi mundo, también se encarga de hacerme pasar por momentos bastante más amargos de lo que tocaría. Y lo peor de todo es que algo muy grande debe pasar en mi vida para que ese espíritu me abandone. Creo que es un sello de nacimiento e identidad. Si no lo tuviera, al fin y al cabo, no sería yo.

ODIO SER YO. Pero sólo por eso ;)

Volviendo al tema en cuestión, lo cierto es que nunca me hubiera imaginado poder obtener tanto de estos escasos tres meses fuera. Tanta gente maravillosa y tantas experiencias increíbles han pasado a velocidad vertiginosa por mis días aquí que me siento abrumada. Tantas lecciones he aprendido durante este tiempo, que podría escribir un libro...

Porque, después de todo, el hecho de poder vivir un sueño como este no tiene precio. Es tan fácil la vida así... Estudiar, conocer gente, salir, viajar... Y sin otra preocupación que tener la nevera llena y la casa 'decente'.

Alguien me dijo una vez que el año de erasmus es el mejor año que uno puede vivir en su vida. Ahora no me cabe ninguna duda. Sé que ésto va a ser único. De hecho, ya lo está siendo y por ese motivo, me cuesta demasiado dejarlo, aunque solo sea por tres semanas.

Demasiadas cosas han pasado aquí, tantas, que me siento una persona totalmente diferente de la que vino aquí, un 8 de Septiembre de este año. Y quiero que siga así. Adoro mi vida ahora y adoro en lo que me he convertido. Quiero conservarlo siempre, hacer un pause y grabarlo.

Definitivamente, esto ha sido la mejor decisión que he tomado en toda mi vida. Después de todo, creo que esto va a ser lo más cerca de la libertad que estaré nunca.

No quiero que acabe. No quiero dejarlo ir. Quiero ser la estudiante de erasmus en Belfast para siempre. Quiero disfrutar de todo esto... Me quedan demasiadas cosas por hacer aquí, incluso para los siguientes 4 meses.

Mierda, ¿qué me pasa? No entiendo nada... ¿A qué viene ahora tanto caos y melancolía? ¿Por qué mis ojos se llenan de lágrimas al escribir estas líneas y siento que me ahogo?

Perdonadme todos, de verdad, perdonadme porque no os podéis imaginar lo que os quiero a todos y lo que os echo de menos, pero... no estoy lista. No todavía. Ni si quiera para tres semanas. No me veo dejando esto. No puedo. Perdonad mis sentimientos, de corazón.

Sólo necesito un poco de aire, menos un grado al exterior y un poco de lluvia. Sólo necesito ver ese edificio que tanto ilumina mi alma y escuchar 'Blurry' mientras camino hacia casa. Sólo eso.

Voy a por ello, me vendrá bien ;)

De nuevo, perdón...

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Last Days...

¡Venga, campeona, que ya no queda nada!

Qué horror de trabajos, presentaciones y su puta madre. Argggggggg.

Por suerte, la cosa está ya casi finiquitada. Un esfuerzo más y listo.

Al menos hoy, después de duras horas de trabajo (sumadas a las de ayer durante todo el día), tengo un par de motivaciones :)

Malone Road y su fiesta de despedida nos esperan y... algo llegó a casa para subirme los ánimos ^^

Muahahaha

Nos vemoooooooooos!!

domingo, 12 de diciembre de 2010

Saturday Night Frenzy.

La noche empieza a eso de las nueve y media. Para entonces, una debe estar casi vestida y arreglada y, por supuesto, por su bien, haber cenado algo previamente.
La botella de Margarita (que lleva tequila José Cuervo y costó 3.67 libras en Tesco, un milagro celestial) lleva ya un par de horas en el congelador, y las cervezas se enfrían en la nevera.
Suena el timbre, la noche está a punto de despegar. Una camiseta, otra y otra más. Varios intentos inútiles que provocan cambios de ropa instantáneos. Maquillaje, pelo y listos. Chaquetas en mano, preparados para salir, con bolsas llenas de alcohol para ambientar la noche. Un trago de Margarita antes de salir, y dos, y tres, y... ¡para, guarda para luego!
Camino hacia una casa a unas cuantas calles de aquí. Tacones que juegan malas pasadas. El suelo de Belfast no se hizo para lucir glamour. Y llegada al punto de destino. 'Fiesta Pagana' suena desde el piso de arriba y, mientras unas escaleras nos llevan hacia allí, percibo, por un momento, que esta va a ser mi noche.
La velada se convierte entonces en un cocktail imposible. Ron, ginebra, vodka, cervezas y nuestras margaritas se encuentran danzando en vasos vecinos. Un cigarro con conversación acerca de la poesía irlandesa. Mi mente reacciona; no todos son iguales. No.
Medio en shock, con ganas de seguir esa conversación y llevarla a puntos mucho más profundos, me hallo ahora en la cocina, intentando rescatar las cenizas de nuestra última noche allí: cuatro dedos de ron y una sexta parte de la botella de coca-cola zero. Mezclando todo en la botella de coca-cola, me doy cuenta de que la combinación es fuerte incluso como para tumbarme en cuatro tragos, así que añado otra coca-cola que debe llevar semanas abierta ahí. El resultado es una especie de jarabe asqueroso pero, evidentemente, lleva ron. ¿Qué más se necesita?
Tragos nauseabundos en cuatro segundos, antes de decidir hacer una salida express hacia la 'gran fiesta'. Nada más pisar la calle, me acuerdo del maldito capullo que asfaltó las calles, recuerdo cuánto odio correr con tacones. Pero ya casi estamos.
Un cigarro afuera. Caras familiares. El resto están ya dentro. Un trago más de la pócima. Náuseas al canto. Necesito una cerveza. Como aquel aventurero que se adentra en la selva, sin saber muy bien qué criaturas va a encontrar, nos adentramos nosotros hacia la cocina, que está al fondo, expectantes.
Saludos, besos, breves charlas. Consigo dejar las cervezas en la repisa y me sirvo una. Siempre he pensado que la cocina es un gran centro social, y esta vez no es menos. Si no hay 70 personas en la casa, no hay nadie. Busco a alguien. Al fondo del comedor, cerca de la mesa del DJ, baila con sus amigos. Le devuelvo lo que es suyo. Una conversación empieza. Alguien me advierte de que salga de allí pitando. Buena idea, mejor me fumo un cigarro.
Lavabo, cocina, salón... Flashes de luces que ciegan y cuerpos moviéndose al ritmo de una música que incita a al contacto sexual. Echaba tanto de menos esto. Gente de todas las nacionalidades, unidas en una habitación, bailando los mismos ritmos, acompañados por una copa. Y en ese momento la escena me parece casi perfecta.
Una cerveza más. La noche está a punto de caramelo. Reacciones humanas previsibles. Después de todo, todos somos vulnerables con alcohol de más en nuestra sangre. Es divertido ser expectador de tu propia noche, mantenerte por un momento fuera de tu conciencia y ver las imágenes como si estuvieras en una sala de cine, darte cuenta por un momento de adónde te ha llevado la noche. Qué espiral.
Y desapariciones en combate, y risas, y música y alcohol. Todo fluye. Y una se deja embriagar por el ambiente. Colas en el lavabo, colas en el pasillo, colas en la cocina. Sobresaturación. Y un temazo tras otro. 'Esto es como American Pie', dice alguien. Nunca se había dicho algo tan cierto y con tanto sentido en una noche como esta. Qué irónico. Soy la espectadora de mi propio 'American Pie'. La noche se convierte en un mise en abyme; en una película dentro de otra película. Y yo soy actriz y a la vez espectadora. Ahora entiendo a Shakespeare y su metateatro.
Voy a por la última cerveza. Ya han derramado dos copas sobre mí. Una por detrás y la otra por delante. Parezco salida de una piscina. Pero a quién le importa. Esto es la noche, son sólo gajes del oficio.
Pido un temazo y casi me saltan las lágrimas al poderlo oír y cantarlo a pleno pulmón mientras mis caderas se coordinan al ritmo de la música. Esto es demasiado. Lo feliz que puede llegar a ser uno con minimeces de este tipo en una noche así. Cualquier detalle cuenta, cualquier detalle puede significarlo todo.
Y de nuevo, esa querida líbido mía, que empieza a subirme por las nubes. Pero no. Hoy no. No es el momento y tampoco hay nadie que merezca sofocarla. Prefiero el filtreo, la tontería, la provocación. Aunque sé que no me va a llevar a ningún lado.
Más caras conocidas. Pequeña discusión futbolera. Alguien decide que el alcohol actúe por él y se toma demasiado a pecho las circunstancias. Empiezo a sentir ardor mental. En momentos así, una se da cuenta de lo que hay detrás de todo, y se alegra de haber optado por no dar un paso en falso. El ardor pasa a invadirme el estómago. Necesito salir. Aire. Un cigarro.
Me ofrecen un cigarro de verdad. Conversaciones en irlandés. Intento mantenerme sobre mis pies. Mi vista me traiciona. Mi cuerpo se emblandece. Me siento gelatina, no consigo mantenerme del todo firme. Es momento de irse y andar.
Las salidas siempre son difíciles. Conversaciones invaden el camino y lo llenan de obstáculos para encontrar la puerta. Pero no pienso detenerme. Alguien me para antes de salir. 'Espera, ¿vas a irte sola a casa?'. La respuesta es obvia. Se me ha metido en la cabeza y no hay marcha atrás. 'Voy contigo, no me gustaría que te pasara nada, y esperaría que alguien hiciera lo mismo con mis hermanas, así que vamos'. Una no puede negarse a una proposición así.
Las conversaciones interesantes vuelven. Mis pies duelen tanto que apenas los siento. Prefiero pensar en las palabras que vuelan ahora por mi mente: la República de Irlanda, ingeniería, veintisiete, máster, números, economía... Vuelvo a mi tesis, no todos son iguales.
Mi mente reacciona. Mi estómago está tan revuelto que necesito parar a comer algo. Son más de las dos de la mañana, y hace más de 5 horas que cené. El alcohol invade ahora todo mi estómago. Necesito algo que lo frene. Patatas fritas con mayonesa. Y la conversación sigue. Llamada telefónica. '¿Dónde estás?'. 'Camino a casa... Lo siento'. Y nos echan, van a cerrar.
Vuelta a la calle, dirección a casa. Se me hace bastante ligero después de tener algo en el estómago y de seguir escuchando ese accento irlandés, lento, suave, fluyendo armónicamente con el significado. Definitivamente, no todos son iguales.
Y casa. Lavabo, salón y la conversación continúa. Poesía de nuevo. John Keats. ¡Espera! ¿John Keats? ¿De verdad estoy manteniendo una conversación acerca de John Keats? No puede ser cierto... Si lo leí en primero de carrera... Oh, dios mío, le encanta John Keats, y la poesía en general, y las metáforas ocultas, y las palabras que, mezcladas en un contexto, tienen un significado totalmente diferente y la poesía que no tiene fecha de caducidad. ¿Pero cómo puede ser? Esta conversación está siendo más que alucinante, entiendo perfectamente todo lo que dice, entiendo qué quiere decir, entiendo lo que siente. Mi mente piensa únicamente en inglés. Es increíble. Me siento en casa. Siento que pertenezco a esto. Por primera vez en tres meses, siento que aquí es donde debería estar. Encajo. Es una sensación extraordinaria. Mi conciencia consigue transmitir todo aquello que quiero como si estuviera hablando en mi idioma nativo. Es como estar envuelto en un nirvana lingüístico cognitivo. Es, definitivamente, demasiado.
Se hace tarde... (¿o demasiado pronto?) El alcohol hace una hora que ha dejado de estar presente, y es hora de dormir. Despedida y a la cama.
Frío en el cuarto. Enciendo el calefactor y de golpe, al cabo de unos minutos, mi cuerpo empieza a sentir una sensación de recaída. El alcohol vuelve a subir por efectos del calor. Mierda, mierda, mierda. Al lavabo y a la cama de una santa vez.
Mañana será otro día... Y hoy... Espero que no haya muchos más 'hoy' tan cargados como este. Por suerte es el último sábado de fiesta. Y mañana... dios dirá.
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Y dios ha sido tan generoso como para permitirme levantarme sin resaca. Dado que ha sonado el timbre, he decidido abandonar mi querido sobre, y bajar corriendo, con el temor de perderme una visita importante (llámese Royal Mail con mi paquete). Con el maquillaje en la frente casi, el pijama y los pelos de loca, me dispongo a saltar por las escaleras. Alguien aporrea la puerta. ¿Será Esther? Miro el reloj. Mierda, son las diez de la mañana, no puede ser ella.
Consigo llegar a la puerta y miro a través de la mirilla. Furgoneta del Royal Mail. Abro la puerta con euforia. El cartero pregunta por una tal 'kjsbefklwbfkw' a lo que yo respondo... 'WHAT?'. Me enseña un paquete. ¡DICE MI NOMBRE!. 'Lo siento señorita, esto debería haber sido entregado el jueves...' 'Ya lo sé, ya estaba volviéndome loca, créame. Pero muchas gracias.'
¿Será la dichosa colonia? ¿Será? ¿Será?
Corro a la habitación, pillo las tijeras, medio dormida, y consigo abrir el paquete. 'Secret Obsession', Calvin Klein.
De puta madre, ahora sí que ya puedo dormir tranquila...

sábado, 11 de diciembre de 2010

Leaving...

Madre mía, esto va a ser más duro de lo que pensaba. Más aún que irse de Barcelona...

La gente empieza a marchar. Algunos vuelan mañana, otros el martes, otros el miércoles y otros a partir del viernes. Y esto se va quedando vacío...

Mierda, ¿por qué ese vacío se está asentando en mi interior? Siento una mezcla de nostalgia y tristeza...

Hay personas tan increíbles que he conocido durante estos tres meses que se van y no volverán... Y lo curioso de todo es que siento que llevo un pedacito de cada uno de ellos en mi corazón. Pero quién sabe si volveré a verlos jamás...

Madre de dios, qué bajón me ha entrado hoy con la despedida de Güliz.

En estos momentos es cuando de verdad te das cuenta de lo que es el Erasmus, de cómo pasa el tiempo y de lo intenso que es todo lo que se vive aquí.

No quiero. No quiero irme. No quiero que esto acabe.

¿Alguien puede parar el tiempo?

Mierda...

jueves, 9 de diciembre de 2010

Cooking Guide VII, VIII & IX

Mejillones con cebolla caramelizada con mermelada de frambuesa y cerveza.



Este es uno de los inventos que surgen cuando, al abrir el congelador, una se da cuenta de que lleva semanas con un paquete de mejillones congelado. ¿Pero... y qué narices hago con ellos? ¿Y si los salteo con aceite y cebollita y los pongo en tostadas? Venga, va, a por ello. ¿Y qué pasa si le echo una cucharadita de mermelada de frambuesa para intentar caramelizar la cebolla? ¿Y si le echo un chorrito de Carlsberg? xDDD Y así es como surge este plato. Un invento del todo ingenioso, porque no imaginaba que la combinación entre la frambuesa, la cerveza y los mejillones fuera tan buena ni de lejos... Lo cierto es que fue un plato maestro xDDD ^^




Risotto con pollo, setas y frutos secos.



Aquí tenemos otro de estos inventos que surgen por pura NECESIDAD. La situación: Abro la nevera. Mierda... VACÍA. Literalmente. Sólo hay un paquete de lonchas de jamón serrano (¡gracias a dios!) un par de huevos y setas... Vale, ¿arroz a la cubana, alguien? (vacío silencioso) xDD Bueno... vamos a ver qué hay en el congelador... ¡Anda, una pechuga congelada! Venga, ¡al micro! Y nada, una pela unos ajitos, corta el pollo a daditos finos, lo saltea, y de mientras hierve el arroz. Comida para dos. Esther se apunta inmediatamente. ¿Oye, de quién son estos frutos secos que hay aquí en la nevera? Deben ser de Doru, Esther, llevarán meses ahí... ¿A ver? (prueba un cacahuete) ¡Pues no están malos! ¿Por qué no los pones ahí también? ¡Venga va!
Y así (y después de echarle un poco de vino blanco) es como quedó mi querido risotto :) Por cierto... buenísimo, tanto con salsa de tomate como de soja (pero con soja estaba increíble!!!^^)




Albóndigas con verduritas y Brown Sauce



Y esto es la comida de hoy. Tengo un menú preparado desde hace unos días, para estos días que me quedan por aquí, de manera que me dé para comer lo justo y me sobre para congelar para los días siguientes. Hoy tocaba albóndigas con verduritas salteadas.
¡Y se me ocurrió pillar una botella de Brown Sauce en ASDA! (parecida a la salsa barbacoa) y le he echado un buen puñado. ¿El resultado?? Ricas, la salsa un poco fuerte, pero a los dos bocados la lengua estaba más que acostumbrada... YUMMY!!!!!!!!!




Y la próxima entrega.... CHOCOLATE CAKE :)

miércoles, 8 de diciembre de 2010

^^

Hoy me siento satisfecha. Y eso que son las 3 de la tarde. Pero yo siento que he hecho ya mi día.

Me he levantado pronto, he imprimido y entregado unos trabajos, he ido a clase y he hecho la buena acción del día. A veces te sientes bien con tan poco...

Adoro estos días. Y ya queda menos para ir a casa... ¡Jolines qué rápido pasa el tiempo! En fin... Todavía me quedan fotos de cocina por colgar, a ver si Esther me las pasa pronto y las cuelgo para que las veáis.

Y a ver si mis queridos padres se dignan a conectarse al skype hoy.

Ala, with God!

sábado, 4 de diciembre de 2010

In one way or another...

Cosas que se complican y cosas que salen solas a la perfección.
No hay dios que entienda este mundo, y aún menos yo.

Es increíble lo feliz que puede llegar a ser una con una vueltecita por el típico mercado... Y ya ni hablar de las paradas de Navidad.
Con esto sólo me entran ganas de meterme en el mercado de la Boquería contigo, mamá, y salir cargadas de marisco y otras guarradas para estas navidades... Van a ser únicas, lo tengo claro, y tú ten por seguro que la visita a Barcelona cae, vete haciéndote la idea jajaja
Las mañanas/tardes/noches con Nerea y Esther son increíbles, y me hacen recobrar pequeñas dosis de buen humor día a día. Os debo la vida, chicas :)
Y lo bien que sienta un China China improvisado ^^
Buff... una mañana del todo especial. Pero nos quedan unas cuantas más como esa, seguro.

Las cosas siguen estando un poco bizarras a pesar de todo. Pero... ¿qué nos queda?
Pues lo de siempre: mirar hacia delante, sonreír y dar el primer paso.
Y luego todo vendrá.

Ya queda nada y menos para que llame al taxi que me llevará a la estación Europa para coger el autobús que me dejará en la puerta del aeropuerto y, entonces, embarcar rumbo a Barcelona...

Y ya no sé cuál es mi hogar. Hay tantas cosas que me tiran a un lado y al otro... Y qué más da.
Hoy he leído una frase muy buena: El hogar se encuentra donde se encuentra tu corazón.
Y así es... Lo tengo más claro que el agua. Y como el corazón está en mí, mi hogar estará siempre en mí misma. Segunda lección importante de vida que he aprendido aquí. Vamos mejorando... ¿Cuál será la siguiente?

En fin, chicos y chicas, disfrutad de vuestro puente español (no como otros que estamos por aquí y tenemos que... jodernos xD) y no me echéis mucho de menos, que pronto estaré ahí para dar guerra. Se os quiere a todos :)

¡Saludos congelados desde BT!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Home, Sweet Home.

Y pensar que hace un par de días estaba mirando vuelos a Barna desesperadamente...
Si es que lo mío no tiene perdón. Lo dicho, hay que dejar siempre pasar un par de días, porque las cosas vuelven poco a poco a su sitio.
Hoy mismo, he vuelto a tener esa sensación...
He pasado por el edificio Laynon, lo he contemplado atentamente y me he dado cuenta de que ahora mismo no imagino mi vida sin poder ver esa maravilla del siglo XIX cada día. Y he sonreído para mí misma.
A pesar de que esta gente no sea la más abierta del mundo, a pesar del frío que hace y lo mucho que llueve por aquí y a pesar de que echo mucho de menos a gente de mi tierra... Adoro Belfast. Ahora mismo no me imagino en otro lugar. Esto se ha convertido en mi hogar. Al menos por ahora.

Este medio día, hablando con Esther, me ha soltado un comentario que, en un primer momento, me ha parecido muy gracioso, pero que después he comprendido la cantidad de razón que escondía a primera instancia:

"Tía... me quedan dos domingos aquí. [···] Me voy de vacaciones a Madrid."

Y, claro, a una le choca la idea de irse de vacaciones por Navidad a su ciudad natal a primera vista... Pero realmente, tras las risas que nos hemos pegado, me he dado cuenta de que sí, que van a ser más unas vacaciones que otra cosa. Y luego la vuelta al cole, como cada año tras las fiestas, en casa...

Belfast, Belfast... ¿qué tendrá este lugar que es a la vez frío como el hielo y cálido como la chimenea de un hogar?

No lo sé, pero empieza a enamorarme... :)

Y bueno, ya he cometido varios pecados... Alguna que otra persona lo irá descubriendo pronto ;)

Se os quiere, a pesar de la distancia, más que nunca.

¡Saludos desde Belfast!

It's fucking cold in here!

¡Ay madrecita linda! Que si me llegan a decir que saldría con sólo 1 grado a la otra punta de Belfast centro a hacer la compra andando, me lo llego a pensar...
Por lo menos, después de todo, he comprado 12 birras (ahora ya me quedan sólo 11, ¡gracias Andreu! xD) y algo más para ir manteniendo la nevera, que ahora ya casi siempre está vacía...
También ha valido la pena por el gran hallazgo de un café donde preparan 'Hippy Shakes', unos batidos hechos al momento con leche, helado y cualquier chocolatina o dulce que quieras. Yo he elegido Kinder Bueno, ¡y madre de dios, qué BUENO!
Lo malo de todo, a pesar del frío, claro, ha sido que la mochila no ha resistido más mis cargas inhumanas de latas de birras y se me ha roto una de las asas... así que ha muerto la pobre. No sé cómo coño me lo he montado para llegar a casa, pero lo he conseguido después de todo. Eso sí, hecha cubito y con un dolor de cabeza por el frío impresionante.
Pero luego lo he compensado con una gran pizza... Buff, me estoy volviendo una piggy, espero que el frío ayude a bajar un poco, porque sino me tendrán que remolcar para llegar a casa...
Y bueno, qué más decir...
Ha sido un día bastante productivo después de todo... Me he leído ya la obra de Shakespeare para el viernes, ¡ueee! y estoy empezando a plantear y enfocar el final essay de enero. También me he hecho una lista con todo lo que quiero traer a España, así de recuerdos y tal. Madre mía, me va a salir por una pasta la broma... ¿Oye, no tenéis suficiente con que vuelva, no os conformáis con eso? jajajaja Ya sé que sí, lo sé, pero una tiene sus locuras en mente y es feliz.
Eso sí, controlando, que la verdad es que se van notando bajones... No sé por qué 8-)

Bueno, pasando a lo importante... ¡PEDAZO DE PALIZÓN EL QUE LE DIO EL BARÇA AYER AL MADRID! Yo alucinaba en el SU, donde decidimos ir a verlo unos cuantos del grupillo. Vaya pasada de goles... Y cuánta presión que ejercían encima de los merenguitos...
Y eso que a mí el fútbol ni fu ni fa, pero me estoy volviendo una fanática ahora que estoy fuera de casa... Será porque una vez estás lejos, ¿como que lo sientes más? No lo sé, pero ayer disfruté como una enana y chillé como la que más, junto a los compatriotas irlandeses. Es una pasada la cantidad de fans del Barça que se encuentran por aquí... Casi lo vivían más que los propios españoles... Una pasada, del todo.

En fin, el frío aprieta, el BARÇA también y mi cansancio no se queda atrás, así que otro día con más energía continuaremos. Tengo varias ediciones del COOKING GUIDE pendientes. Me estoy volviendo toda una chef. Ni yo misma salgo del asombro...

Pues lo dicho, días más animados a partir de ahora, seguro :)

Muchos recuerdos a todos. ¡¡En nada estoy ahí!!

¡Saludos entusiastas, congelados, pero sobre todo, CULÉS desde BELFAST!