sábado, 4 de diciembre de 2010

In one way or another...

Cosas que se complican y cosas que salen solas a la perfección.
No hay dios que entienda este mundo, y aún menos yo.

Es increíble lo feliz que puede llegar a ser una con una vueltecita por el típico mercado... Y ya ni hablar de las paradas de Navidad.
Con esto sólo me entran ganas de meterme en el mercado de la Boquería contigo, mamá, y salir cargadas de marisco y otras guarradas para estas navidades... Van a ser únicas, lo tengo claro, y tú ten por seguro que la visita a Barcelona cae, vete haciéndote la idea jajaja
Las mañanas/tardes/noches con Nerea y Esther son increíbles, y me hacen recobrar pequeñas dosis de buen humor día a día. Os debo la vida, chicas :)
Y lo bien que sienta un China China improvisado ^^
Buff... una mañana del todo especial. Pero nos quedan unas cuantas más como esa, seguro.

Las cosas siguen estando un poco bizarras a pesar de todo. Pero... ¿qué nos queda?
Pues lo de siempre: mirar hacia delante, sonreír y dar el primer paso.
Y luego todo vendrá.

Ya queda nada y menos para que llame al taxi que me llevará a la estación Europa para coger el autobús que me dejará en la puerta del aeropuerto y, entonces, embarcar rumbo a Barcelona...

Y ya no sé cuál es mi hogar. Hay tantas cosas que me tiran a un lado y al otro... Y qué más da.
Hoy he leído una frase muy buena: El hogar se encuentra donde se encuentra tu corazón.
Y así es... Lo tengo más claro que el agua. Y como el corazón está en mí, mi hogar estará siempre en mí misma. Segunda lección importante de vida que he aprendido aquí. Vamos mejorando... ¿Cuál será la siguiente?

En fin, chicos y chicas, disfrutad de vuestro puente español (no como otros que estamos por aquí y tenemos que... jodernos xD) y no me echéis mucho de menos, que pronto estaré ahí para dar guerra. Se os quiere a todos :)

¡Saludos congelados desde BT!

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