sábado, 20 de octubre de 2012

24º Amanecer. "Grunge"



La melancolía de aquellas notas la perforaba. Pero adoraba esa oscuridad. Adoraba volar en ella, sumergirse en toda aquella esencia taciturna, hacerle el amor. Suciamente.

A pesar de saber que, en cierto modo, se hallaba atrapada, se sentía completamente libre. Sólo entonces podía volar. ¿De qué otro modo se podía concebir el alma de la libertad si uno no estaba encarcelado?

Entonces se dejaba llevar, extasiada. Abandonaba su cuerpo inerte y se elevaba. Todo estaba permitido. Todo valía. Todo era bello y eterno. Todo funcionaba.

Todo su ser, lejos de cualquier dimensión, se evaporaba. Fluía. Ya no sentía absolutamente nada.Y lo sentía todo.