viernes, 28 de enero de 2011

Regarding Indifference.

Indiferencia.

(Del lat. indifferentĭa).

1. f. Estado de ánimo en que no se siente inclinación ni repugnancia hacia una persona, objeto o negocio determinado.



Algunos dicen que es la mejor respuesta. Otros detestan su frialdad. Puede convertirse en un arma de doble filo en tan sólo un instante, por lo que uno debe ser un maestro para dominarla y acarrear con las consecuencias. Y, sobre todo, mantener el control en todo momento. Pero eso no es lo peor. Suele tener una pequeña pega, y es que indiferencia suele llamar a más indiferencia. Es muy recelosa y, por eso uno debe estar preparado para tomar su propia medicina. Debe tener muy claro su objetivo y centrarse en él hasta el final. Hasta que acabe todo. Debe emplear toda su concentración en la lucha. La indiferencia como respuesta a la indiferencia suele ser aún peor que la original, y claro está que uno debe saber afrontarla. Eliminarla de su mente y concentrarse de nuevo en su meta. Debe ser fuerte. Muy fuerte. Y aguantar. Sobre todo, aguantar hasta el final.

Mierda... no aguanto. Enviaré a la mierda la lucha de indiferencias y me lanzaré de cabeza a la de verdades, evidencias y reproches. O no, mejor aún y más rápido:

A la de ostias.

¿Por qué te esfuerzas tanto por complicar las cosas, maldito capullo?

Te voy a dar una de furia española en 3,2,1. Tú sólo sigue así.

Con dios.

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