Existen momentos en los que desearía tener todo el cariño del mundo rodeado en mis brazos.
Momentos en los que un 'te quiero' llenaría hasta el más profundo de los agujeros de mi alma.
Instantes en los que me perdería en caricias, y me encontraría en los besos y en los susurros.
Momentos en los que hacer el amor me parecería la definición más preciosa que un acto tan sucio como el sexo puede tener.
Pero este no es uno de ellos.
Más bien me decantaría por romper mi cuerpo a golpes de lascivia, como me enseñaron Los de Marras.
Da gusto no sentirse solo en eso de estar solo...
Tenemos momentos para todo y sin embargo, muchos de esos momentos no son para todos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la paradoja de la última frase que has puesto. Una entrada preciosa, como siempre :)
Un beso
A ti te hacia yo el amor con la guitarra xDDDDDDDDDDDDDDDD. Tendre que actualizar yo tambien algun dia v_v.
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