lunes, 3 de septiembre de 2012

20º Amanecer. "La lista definitiva. O una parte de ella."



Deshacer una cama perfectamente hecha.

Tirarse a una piscina con ropa y saborear las décimas de segundo en que el agua penetra por el tejido y moja la piel.

La cerveza de media mañana.

Guiñar el ojo derecho y sonreír con picardía.

El tacto del teclado del portátil.

Vislumbrar la calle, al salir de la boca del metro, un sábado por la noche de fiesta.

Las milésimas de segundo antes de un beso.

El asfalto de las calles de Belfast.

Quedarse embobado/a mirando la luna llena.

El primer trago de Guinness.

Pasear bajo el chirimiri sin paraguas.

Escuchar una canción nueva y repetirla hasta la saciedad.

El tacto de las cuerdas nuevas y brillantes.

Beber una cerveza al cocinar.

Ver niños jugando en un parque y escuchar sus risas.

Sentarse en un banco a observar a la gente pasar e imaginarse a dónde van, de dónde vienen, qué clase de vida tienen y otro montón de preguntas sin sentido.

La voz de Eddie Vedder desgarrándose. Especialmente en "Jeremy".

Adentrarse en los ojos de la gente. Y perderse en ellos si tienen la puerta suficientemente abierta.

La cerveza de verano en la terraza, al atardecer, con el cielo manchado de nubes.

Sentarse en un banco de St. James Park en Londres y descubrir el sentido de la existencia.

Fumarse un cigarro de noche, tumbado/a en la hierba, mirando las estrellas. O en la cubierta de un barco, si el sueldo lo permite.

El calor de la chimenea del Kelly's Cellars en una noche de invierno.

Las letras de Manolo García.

El primer calo de un cigarro después de un trago de alcohol.

Un abrazo de dos minutos.

Meditar con Enya de fondo.

Entrar a un bar y encontrar música en directo por casualidad. Y que toquen "Fast Car" de Tracy Chapman.

Los susurros en la oreja.

Observar la llama de una vela rodeado/a de oscuridad.

Pasearse desnudo/a por casa.

Darse una ducha con agua ardiendo, hasta que la piel quede roja.

Las risas que pausan los besos y luego los hacen seguir con más intensidad.

Escribir pensamientos absurdos y existenciales en cualquier lugar.

Los acordes sus4, los menores y los de quinta.

Escuchar "Ain't No Sunshine", "Nights of White Satin" y "Black Orpheus" de noche, en el cuarto, a oscuras.

Los flashes de una discoteca que, por segundos, iluminan la acumulación de energía y vida en el aire.

Asignar inconscientemente colores y olores a las cosas, situaciones, personas y momentos.

La poesía de calle, como la de Kutxi Romero y Robe Iniesta. O la de Charles Bukowski.

Desayunar la pizza de la cena del día anterior.

Los bonsáis.

La página en blanco de un documento de Word.

El sonido melancólico del piano.

Ver cómo la barra del "loading" llega a su fin.

Colocarse sólo al escuchar "No Quarter" de Led Zeppelin.

Leer o escuchar citas inspiradoras de cualquier persona.

El acento musical de Belfast.

Sonreír por cualquier gilipollez en medio de la gente y que nadie conozca el por qué.

Las miradas y las sonrisas de complicidad.

El escalofrío que produce una mano acariciando la piel desnuda.

El color negro.

El color blanco.

Las pequeñas conversaciones con desconocidos que hacen sentir amarillo.

El sexo sucio con pasión.

Gritar hasta quedarse sin voz.

Los segundos antes de que el llanto contenido rebose de repente.

Las conversaciones de más de cinco horas sobre el todo y la nada.

El primer "Te quiero".

Las fotografías de la cotidianidad.

El olor del incienso.

Los segundos previos a un orgasmo.

El símbolo de infinito.

El tacto de una aguja, perforando la piel, al hacer un tatuaje.

Salir a un escenario y ver una cara familiar debajo, sonriendo.

Las púas.

Los relojes de arena y las dunas.

Hacer listas.

Las epifanías.

El cuero.

El tacto de las manos de una persona mayor.

Ver amanecer.

Mantener una charla en el asiento trasero de coche, con las ventanillas bajadas.

Pasear por un cementerio.

Las sombras jugando en las paredes...

2 comentarios:

  1. Creo que has puesto todos los pequeños placeres de la vida, que todos hemos llegado a experimentar o queremos hacerlo. Es increíble, no he dejado de sonreír cada vez que leía pensando: "Es cierto". Me encanta, increíble. Y más cuando lo he ido leyendo con la música de Extremoduro. Eso ha sido lo mejor JAJAJAJ

    ¡Un besazo! Y gracias por tu comentario :D

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  2. Ha sido impresionante, un amanecer sencillamente impresionante. Tantas son las frases que me sacan una sonrisa en mi día diaria... Pero yo añadiría un placer más, que me encanta hacer cuando tengo la oportunidad: disfrutar del olor a lluvia mientras escucho Red Hot - Otherside de fondo. Es una manía que tengo jajaja
    Me ha encantado Sara :)

    Un besito muy fuerte guapa

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