miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sigue jugando.

¿Sabes cuando tienes esa sensación de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado?

Cuando percibes ese frío que te rodea. Y miras a tu alrededor. Y ves gente, pero no son personas.

Cuando levantas la cabeza y te das cuenta de que ese sitio no es el tuyo. Que algo más grande tiene que estar esperando a la vuelta de la esquina.

Pero nunca pareces acabar de girar del todo.

Y sigues caminando. Porque por narices, tarde o temprano, o acabarás girando o morirás. Y aunque sabes que lo segundo es inevitable, prefieres seguir caminando. Porque, quizás, con un poco de suerte, consigues aquello que tanto ansiabas antes de morir. Y al fin y al cabo, de eso va la vida, ¿no?

De seguir andando y, con un poco de suerte, toparte con esa esquina que cambiará tu vida si consigues girarla de una puta vez. Y luego, te mueres.

Pero ha valido la pena,

Y, si no lo consigues, pero eres lo suficientemente inteligente, igual hasta echas la vista atrás y te das cuenta de todo lo que aprendiste mientras intentabas lograrlo.

Aquí el premio de consolación tampoco está tan mal, después de todo.

¿Recuerdas aquel patético "Sigue jugando" de las papeletas de premios?




No hay comentarios:

Publicar un comentario