domingo, 29 de enero de 2017

A la Sara de los dieciocho



Querida Sara de los dieciocho, hace ya casi diez años que no nos vemos, y hoy, viendo estas fotos, me he acordado de ti. Necesitaba decirte algo importante, muy importante. No sé si llegaré a tiempo, pero quiero intentarlo, porque es lo más importante que te dirán nunca a los dieciocho.
Quería decirte que te quiero. Eres preciosa. Eres perfecta. No lo olvides nunca. Tú te ves fea y crees que eres un patito feo. En esa foto pesas 65kg y te ha costado dios y ayuda haber perdido ya los 10kg que has perdido. Quiero decirte que estás guapísima. Pronto se te irá la cosa de las manos y seguirás pasando hambre, más que el perro de un ciego, para llegar a esos 60 que tanto ansías, y luego serán 58, 56 y, cuando te des cuenta, te darán bajadas de tensión cada dos por tres y tu estómago rugirá a las 9 (nunca llegas a la clase de Historia y cultura de las islas británicas a las 8.30, no te engañes) como si no hubiese mañana.
Quería decirte que no vale la pena. Que eres tan bonita y tan llena de vida y tienes tantas ganas de ser feliz y de comerte el mundo, que éste se te queda pequeño. Quiero que sepas que tienes un inglés precioso y que, probablemente tienes más vocabulario ahora y absorbes como una esponja, y cuando nos veamos tú y yo te darás cuenta de que me pegas mil patadas.
Quería decirte que tú crees ahora que ya lo has sufrido todo y que eres débil. Te equivocas en las dos. Me sabe mal decírtelo, pero sólo acabas de empezar y te van a venir por todos lados. Y eres la persona más fuerte del universo ahora mismo y puede que nunca vuelvas a serlo como lo eres ahora, porque tienes tantas ganas de vivir que no hay mal que pueda superarte, aunque tú creas que sí lo hace. Pero no.
Quería decirte que crees que estás acojonada. No es así. No te imaginas aún las cosas que vas a hacer, pero te aseguro que no conozco persona más valiente que tú a los dieciocho. Vas a vivir las mejores aventuras de tu vida estos años y vas a tener el privilegio de sentir el éxtasis del amor y de la amistad. Y probablemente no vuelvas a sentirlo nunca de esta manera, pero da igual, porque tú no te das cuenta del alcance que tiene todo esto, y sin embargo, lo estás viviendo y te levantas cada día a por más. Cuando volvamos a vernos, dentro de unos años, te darás cuenta de que, a medida que pasan los años, te acojonas. La vida te empieza a dar miedo y te haces preguntas tan estúpidas como cuántos meses quedan para volver a cobrar la paga extra para poder respirar un poco, porque te falta aire para vivir. Sara, ¿te lo imaginas? Te pido por favor, que no te olvides de esto. No dejes nunca que cosas así te quiten el aire. Eso es ser valiente, como estás siendo ahora. Ser valiente es vivir de manera plena, con todos los sentidos, sin reservas, entregándote, como estás haciendo ahora. No te olvides nunca de esto, por favor.
Quería decirte también que vas a cometer muchos errores. O eso creerás tú. Nada está más lejos de la realidad. Eres una persona muy responsable y odias herir a los demás, porque te han herido muchas veces y sabes lo que se siente. Pero la vida es así y, del mismo modo que tú has sido herida, herirás, sin querer a otros. Y no puedes pasar toda la vida sin perdonártelo, porque eres humana, y eso implica ser perfectamente imperfecta. Y cagarla. Contigo y con los demás. Y cometer errores. Y, ¿sabes qué te recomiendo? Que no te quedes con las ganas, que la cagues y te equivoques y vuelvas a empezar. Porque tienes esa preciosa energía que te hace empezar de nuevo cada día, esa ilusión de descubrir y de explorar. Permítete cometer errores. Permítete hacerlo y no te martirices por ello, porque sigues siendo una buena persona y siempre lo serás. Y lo sabes.
Sara, eres pura efervescencia. Eres la pasión personificada. Desbordas energía e ilusión. Tienes sueños, proyectos y muchas ganas de vivir. Eres preciosa por dentro y por fuera. Y ahora mismo eres un equilibrio perfecto entre la mujer que serás y la niña que estás dejando ir. Estás en un espacio liminal mágico, donde estás descubriendo tu esencia y lo que de verdad te importa. Estos momentos van a ser únicos y jamás los vas a olvidar. Va a haber mucha fiesta, muchos amigos, muchísima música y conciertos, mucho inglés y más nirvana de lo que puedas llegar a imaginar jamás. No tengas miedo, por favor. No pienses que no vales. Ahora veo tu foto, con la mano izquierda sujetando la cámara y la mano derecha aplanando tu barriga. Tienes miedo de que te llamen gorda y te marginen, como tantas veces han hecho antes. No te quieres y no te bastan los kilos que has bajado, porque nunca va a ser suficiente. Te ves eternamente imperfecta y nunca vas a ser esa princesa que siempre quisiste ser. Pero no pasa nada. ¿Sabes por qué? Porque aun así eres preciosa. Y perfecta. Y tienes tanta pasión en tu interior que harías arder el universo entero con sólo mirarlo. Y, te quiero. Te quiero por encima de todo. Y, si tú consigues quererte algún día como te quiero yo, nada habrá en este mundo que pueda pararte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario