domingo, 18 de septiembre de 2011

Un domingo cualquiera...

  • Decides que ya es hora de pillar el toro por los cuernos.
  • Te das cuenta de que paradójicamente odias y necesitas madrugar al mismo tiempo.
  • Ves como poco a poco vas tomando direcciones, caminos, puertas...
  • Sacas a la luz tu lado más oficinista. Y funciona.
  • Encuentras pequeñas motivaciones que te hacen seguir.
Pero, sobre todo, decides que es ahora o nunca. Sí o sí. Ya han habido demasiados pasos atrás, demasiados miedos, demasiados... demasiados.

Portazo a las dudas.

Bienvenida, yo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario